Los zancudos transmiten agentes patógenos que causan algunas de las peores enfermedades conocidas, inclusive la malaria, la fiebre amarilla, el dengue y la encefalitis. Sin embargo, los zancudos solamente transmiten los agentes patógenos. En la mayoría de los casos, es necesario que se nutran de alguien que tiene la enfermedad para podérsela transmitir a otra persona. Los zancudos adultos criados de las larvas que se capturan en los estanques raramente cargan agentes patógenos. No permitan que los zancudos atrapados en el campo se nutran con su mano.
Las larvas y las ninfas viven en agua, por lo general agua tranquila. No sobreviven bien en corrientes, como ríos o arroyos que corren, ni en agua muy contaminada. Los adultos se esconden en la vegetación cerca de agua o en lugares frescos y húmedos. Muchas especies vuelan de noche en busca de comidas de sangre.